¡Hola gente linda!
¿Cómo están? Deseo que muy bien y que se cumplan todos sus sueños, sus anhelos,
y que a pesar de todas las dificultades puedan ser felices.
Les cuento que mi amiga Lucrecia Boris, su hijo Taty y la pareja de éste, Facundo,
ya están viviendo en Tuya. Los jóvenes abrieron una escuelita de teatro para
niños y adultos, ya son varios los que piensan anotarse. Otra novedad es que
aprendí a manejar y ya hago los cambios normalmente, perdí el miedo. Loly dice
que el miedo paraliza y es absolutamente negativo.
En “La Milagrosa” todo marcha bien, ¡gracias a Dios! ¡Bueno, ahora que digo
Dios, todo me da vueltas en la cabeza y el corazón! ¡Tengo un lío! No quiero
hablarlo con el padre Américo porque me va a regañar o pensar que ando en cosas
que me apartan de Dios, y la verdad, ¿para qué les voy a negar?, me interesa
mucho, a pesar que no creo todo y me confunde lo que estoy empezando a
escuchar, en principio de boca de Terry. Dicho sea de paso, no puedo comprender
qué le pasó a la hija, ¡ya sé lo que él dice, pero mi mente no está preparada
para aceptar sucesos que hasta ahora no entraban en el umbral de mi conciencia!
(como dice Loly). Fui a llevar a la tía a casa de Terry y me quedé con la Eco
en marcha esperando que entrase; él salió de lo más atento a recibirla y me
invitó insistentemente a que bajase. Entramos a la casa y me convidó café con
torta; reunidos junto al fuego del hogar, estuvimos buena parte de la tarde.
Les decía que ando medio confundida respecto a Dios, no porque no crea en Él,
sino por las versiones de Terry que se me cruzan y me dejan con un sentimiento
de vacío o tristeza; me hacen pensar mucho, me hago replanteos y eso no estaba
en mis planes de vida. Viví siempre de lo aprendido, aquello que nos fueron
transmitiendo de generación en generación y me parecía que así, todo estaba
bien. Hoy no lo sé, es como que a mi forma de pensar le hubiesen quitado el
piso y quedó en el aire.
Les cuento esto que me parece inconcebible. Terry dice que los humanos no
nacimos ni de los monos, ni del barro de Eva, ni de la costilla de Adán. Dice
que somos la creación de una raza extraterrestre, para que evolucionemos en
este planeta (que antes era de otras razas) para bien de todas las razas
comprometidas de una u otra forma en el proyecto. ¿? Ahí me lo quedé viendo con
los ojos cuadrados. Me sorprendió. Me volví hacia Loly como para indicarle con
una expresión que el viejo estaba “chapita”, pero ella solo me miró con dulzura
y no aceptó lo que le transmitía. Terry siguió, dijo que durante siglos los
humanos hemos llamado dioses y ángeles a “entidades” (así dijo)
extraterrestres; que de ellos hay varias especies y ya están mezclados entre
nosotros. Están los de luz y los de oscuridad. Dijo que Jesús, Buda y otros
seres divinizados viven en otro plano y que tomaron cuerpo en la Tierra que es
densa, para vivir la experiencia de la densidad. Agregó que los más
“despiertos” usaron todas estas imágenes para controlarnos a través de las
emociones y la “sacralización”; me acuerdo de cada palabra que dijo, es más,
las anoté y busqué en el mataburros; algunas encontré ahí, otras en Google.
Contó Terry que algunos quieren convencernos que nos crearon como raza esclava
pero que eso no es así, sino que fuimos “sembrados en el planeta Tierra por los
jardineros del espacio” para mejorar la evolución de todas las demás razas.
Dice que los “jardineros” están enojados con nosotros porque hicimos bolsa
muchas partes del planeta y contaminamos todo, y que además la raza blanca se
tornó tan asquerosamente soberbia que esclavizó a la raza negra y consideró
inferior y se abusó de otras razas. Según Terry hay negros, amarillos, rojos y
blancos, porque fuimos traídos de distintas galaxias. ¿Se imaginan mi cara? No
podía digerir todo aquello que oía, no lo podía asimilar, así que anduve con
colitis el resto del día, tenía el estómago dado vuelta. Encima Raúl me notaba
rara y no dejaba de preguntarme cosas. Al principio no quise decirle porque se
iba a enojar con el yanqui y no podría visitarlo más, en pos de la tranquilidad
conyugal; pero después le conté, porque hasta se había puesto a pensar que yo
no lo quería como antes. Lo saqué de dudas contundentemente. Cuando supo lo que
Terry me contó, me dijo: “ese viejo es un pelotudo con rodete”, y se retorció
de risa.
Sigo con lo que escuché y todavía repica en mi cabeza como un eco. Parece que
los humanos (según el estrafalario Terry) tenemos dentro, algo de las doce
razas planetarias que se conocen y que visitan o viven en la Tierra sin que nos
demos cuenta todos. También, que dentro nuestro hay una parte oscura y otra de
luz, y que la idea fue que como raza aprendiésemos a equilibrar esas dos
fuerzas y de esa manera saldría como una especie de gen que calibraría a las
otras en la diferencia que tienen entre sí, porque hay algunos que son oscuros
y dañinos porque no tienen sentimientos como nosotros y hay otros que son muy
espirituales o energéticos (“sutiles”, dijo). Nosotros estamos en el medio,
pero como proyecto la mayoría somos un fracaso. Hacemos pelota todo y encima
nos esclavizamos entre nosotros mismos, creamos guerras, muerte, desolación,
sufrimiento y esa no fue la idea; ellos dicen que nos perdió el materialismo
propio de la densidad planetaria y dejamos de sentir la parte luminosa que
llevamos dentro. Sin embargo, dijo Terry (cuando me notó re-angustiada), que
los humanos somos una raza maravillosa por nuestra capacidad de amar.
Si algo de todo lo que dijo Terry se acerca a la verdad, pienso que somos unos
tarados elevados a la décima potencia. Supuestamente el hecho de
perfeccionarnos y poner en equilibrio lo espiritual y lo material, era la meta
en nuestra creación y la verdad siento que estamos muy lejos de eso. ¿Y ahora,
qué?, me pregunto. No puedo olvidarme de lo que oí, al contrario, pienso mucho
en eso y aunque reniego y no quiero, estoy empezando a considerar algunas de
esas cosas y a poner en tela de juicio otras que siempre fueron pilares en mi
vida. ¡Qué sé yo!: Dios, los ángeles, no sé…
Volví a la carga en la conversación con Terry, respecto a lo que le pasó a
Mordelo y a su hija. Me explicó su teoría sobre mi perrito, diciendo que era un
experimento para mejorar el ADN animal y que lo pusieron junto a los humanos para
que su evolución fuese natural y ver qué pasaba, que los “creadores” vigilan
todo con una especie de telescopio de largo alcance, que permite ver a través
de las paredes y demás obstáculos. En cuanto a lo de la hija, dice que la ha
vuelto a ver, que ella es una más de los evolucionados. Me contó que su esposa
era estéril y que sin embargo, pudo concebir a la niña que nació de cinco
meses. Algo imposible para nuestra raza, pensé, pero ¿cómo lo iba a
contradecir? ¡Ya tiene bastante dolor con haber perdido a su hija! Si el viejo
quiere subirse a esa fantasía para escaparle a la locura del dolor, ¡y bueno,
no le hace mal a nadie!, pero de ahí a creerle…
Terry sostiene que los gobiernos o los que manejan a los gobiernos, que según
él son unos pocos tipos de porquería (habló de Elite y de Establishment, pero
ni idea qué es eso), están en “connivencia” con las razas oscuras: los
reptilianos, grises y anunnaki, que promueven en el humano las guerras, caos y
todo lo malo; en realidad lo único que buscan es nuestra esclavitud hacia
ellos.
Le pregunté a Terry para ver qué decía, con quiénes estaba su hija; me
respondió que es parte de los Arcturianos, quienes se contactan con él desde
hace mucho tiempo y son los seres de luz más evolucionados. Me mostró una foto
de su hija; se veía una joven hermosa con el cabello blanquecino, piel pálida y
ojos azules; “así son ellos”, me dijo. Les cuento todo esto porque me parece
que aunque sea un divague de Terry, suena alucinante. Me dejó patas arriba,
pero no mal, pasa que es mucha teoría improbable para mi pobre sesera.
Le dije: “¡Bueno, Terry, me voy, basta de estas cosas, de lo contrario voy a
terminar en el psiquiatra!”. Él me respondió que tal como estaba manejado ese
tema por las fuerzas oscuras, le parecía un horror, que mejor ni pronunciase
esa palabra. ¿? Tengo una amiga que es psicóloga, Fany Orchueta; nos criamos
juntas y es buena gente, ayuda a muchas personas que tienen las ideas
alborotadas y me niego a creer que hace algo malo; se lo dije a Terry; él me
explicó que se refería a la psiquiatría en sí y a ciertos psiquiatras
importantes e influyentes, ya que los demás son instrumentos de ese poder
nefasto.
Pasando a otra cosa, les cuento que Antonio Cuevas hijo está re-feliz a raíz de
que el año que viene comienza la facu; ahora les está enseñando música a las
nenas de “La Milagrosa”.
El domingo, para el día del padre, les hicimos un agasajo a todos los padres de
Tuya en las instalaciones del club. Taty le regaló a Raúl un cubo de acrílico
hermoso para la palanca de cambios del camión; me gustó el gesto porque
él-ella, pobrecita, también tiene necesidad de padre y no lo tiene.
Serena Maus y mi hijo Gonzalito andan pegoteados y pasan juntos todo el tiempo
que pueden, porque ella va y viene a Bahía Blanca, que es donde vive.
Ringo Walter y Florencia se ven enamoradísimos, ya estamos planeando la fiesta
de bodas.
El perrito que hallé en casa, lo tiene Astrea y lo bautizó Ummi.
Buena gente, desde el portal de Tuya hacia el mundo, nada más por hoy y
disculpen si les hice mucha ensalada, ¡no saben lo que es mi cabeza! La tía
Loly me palmea la espalda y dice: “¡Ya va a pasar, Fiancita, despertar
duele!...”
Les dejo un abrazo inmenso y les digo hasta la próxima:
Fianza Menditelli
PD: ¡Una bomba! Se casan Nemesio Cárdenas, el dueño de la única zapatería de
Tuya, con Mariquita Oyarán, tras treinta años de noviazgo. ¡Qué aguante! El
sábado estamos de fiesta. Ellos se pasean re-acaramelados y me hace bien verlos
así. El amor en cualquiera de sus manifestaciones cura todo mal, toda
pena, todo dolor.
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