jueves, 13 de octubre de 2016

Pluma y espino


Navegándome la sangre
nace canoa mi pluma
y recogiendo va el zumbido
de una humanidad a oscuras
Suelo quedarme despierta
para oír aquellas voces
apagadas, misteriosas
confundidas, dolorosas…
Soy abismo sentenciado
de un ruiseñor que grita
de pájaros que ya no cantan
y de otros que rengos, trinan
Hay fibra y buena madera
que cercenan sistemáticos
por el metal miserable
que justifica la sangre
A ojo de buen halcón
y a fibra de alma hechicera
veo agitarse palomas
probándose alas nuevas
Escándalos y disparates
cunden sin restricciones
se desnudan las vergüenzas
y se llenan las prisiones
Absurdas apologías
de poderes entre sombras
donde un ojo de conciencia
es espada que no corta
Yo conozco a esas lechuzas
posadas siempre en el palo
que bien se pueden caer
al viento doblar sus alas
Si por vivir hoy respiro
veo con pena al dormido
pienso que al pobre oprimido
piadosa le es la venda
Sabido es que este mundo
de conveniencias creadas
es una tierra de esclavos
de libertad denegada
Nada es todo, se diría
y todo puede ser mucho
impera el caos sembrado
que asola la paz del mundo
Política y religión
más los lujos consabidos
son engaños que entretienen
egos, mentes y destinos
Todos pujan por llegar
arrancándose la piel
y al final de tal suceso
ninguno puede ganar
He enarbolado banderas
bregando de justiciera
por la igualdad de la gente
y por un camino nuevo
Pero un día comprobé
que mi lucha era en vano
suele mirarse el ombligo
aquel que sufre de pie
Y por si esto no alcanzara
para aclarar mi renuncia…
dan la muerte a quien exige
siempre en la misma derrota
¡Ah, muerde la sangre mis venas!
dejando atrás ciertos lujos
al marcharme a la montaña
frugal y de alma al abismo
Despertaré jardines de auroras
socavando la tierra con mis manos
si es menester horadaré la piedra
para sembrar la semilla de calma


María Inés

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