Extraordinariamente
quieto
el aire dulce besa mi
desvelo
y murmuran lejanas las
estrellas
sabedoras de todos mis
secretos
Sobrecogida y sola en
mi refugio
saludo en mi alma, su
cosmovisión
que redunda en cielos
infinitos
ígnea se ajusta,
esperando al sol
He recorrido senderos
de locura
cuando he amado con
total pasión
y he visto rosas en
lugar de espinos
que cercenaron sin
piedad, mi corazón
Pero esta noche azul y
constelada
no tejo el hilo de esa
tierna flor
ni me lastima el filo
de la espina
sabiéndome yo misma,
sed de amor
Sé que mañana se
alumbrará el sendero
y traerá intacto a un
floreciente corazón
aquel que simple, me
pueble la sonrisa
y dibuje un horizonte
para dos
El Universo conspira generoso
y tañe al aire su mejor
canción
hecha de pájaros y ríos
cantautores
que despiertan la razón
de mi razón
Suenan enérgicos
campanarios vivos
que ahogan el drama en
mi respiración
y dejan mudo al
rasguido grave
de mi pluma al borde
del dolor
María Inés
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