Cae el
doblez entre las calladas sombras
y el
cansancio se apodera del valor del hombre
ruge el
quebranto en la razón incierta
que trae
la diabólica flecha de contiendas
Hay
huecos en la tierra estremecida en dramas
donde
claman almas que sin paz se agitan
previniendo
a otras que aún cuerpos habitan
sobre un
fuerte viento perverso de injusticias
Mientras,
van los pueblos en rutas de discordias
hermanos
contra hermanos tras la pared del odio
en la
banal y absurda realidad ilusoria
donde se
acribillan las cosas caras y sencillas
En la
exaltada emoción de pertenencia
se alza
un estandarte territorial ficticio
y es que
tras un velo, ruines sombras precipitan
encubriendo
una verdad imperialista
Los
pueblos somos esperanzada vida
manipulados
en creencias bien mentidas
no
gobiernan ni defienden quienes dicen
sino
malsanos ejecutores de avaricias
Aquellos
que corrompen desde afuera
incitan a
ser corruptos a los de adentro
porque no
se ha visto que a los hombres buenos
les
permitan defender causas honestas
María Inés
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